¿Debo ir a una entrevista que no tengo intención de aceptar el trabajo (si me lo ofrecen)?
En una conversación con un amigo, deslizó que tenía la intención de ir a una entrevista para un puesto de responsabilidad en el desarrollo de software. Me sorprendió, ya que tenía la impresión de que le gustaba su trabajo actual. Imagina mi sorpresa, cuando después de preguntarle si quiere dejar su trabajo, dijo que no tiene intención de hacerlo. Sólo iría a una entrevista para poner a prueba sus habilidades y obtener la opinión (aunque sólo booleana) sobre si lo contrataría para un determinado puesto, aunque en realidad no piensa en aceptar una oferta de dicha empresa.
Por un lado, me doy cuenta de que esta es una información muy valiosa para un profesional.
Por otro lado, tengo la sensación de que es muy poco ético y básicamente es una pérdida de tiempo para el entrevistador, ya que dudo que acepte algo de la entrevista.
¿Cómo se considera eso en la industria? ¿Se considera grosero y poco ético? ¿O estoy en el lado equivocado en este argumento?