No, no eliminarás los errores. Pero podrías ser capaz de atrapar los más importantes. Es importante ser consciente de lo que estás haciendo y buscar formas de hacerlo de forma más segura.
Identifica los esfuerzos arriesgados. No puedes estar en guardia cada segundo del día, pero todo el mundo comete pequeños errores durante todo el día. La mayoría de los errores se pueden arreglar sin esfuerzo, así que mejora en notar cuando algo tiene el potencial de salir mal de una manera que no se puede arreglar tan fácilmente. Cualquier comunicación con un cliente, cualquier despliegue en un sitio, cualquier cambio global en un documento, etc.
Pregunta qué estás haciendo. ¿Entiendes lo que estás haciendo, por qué y cómo? ¿Se puede hacer esto de manera más segura? ¿Está seguro de que es mejor hacerlo que no hacerlo?
Pregunta antes de seguir adelante con esfuerzos arriesgados. No envíes un correo electrónico sin comprobar los destinatarios, el asunto, el contenido y los archivos adjuntos. Uno por uno. Tómese su tiempo. Enviar una cotización del cliente A al cliente B podría hacer que ambos clientes se pierdan. Es mejor pasar un minuto más o menos revisándolo. No te sientas tentado de apresurarte, incluso en una “emergencia”.
Tener un plan de recuperación. Sepa de antemano lo que hará si algo sale mal. Prepárese para que si necesita rectificar su error, pueda hacerlo rápidamente - pero sin apresurarse. ¿Cómo sabrás si hiciste algo mal? ¿Hay alguna manera de averiguarlo antes?
Documento cualquier cosa que tenga muchos pasos. Si tiene documentación, sígala como una lista de verificación para saber si es lo suficientemente buena o si está desactualizada, incompleta o defectuosa. Incluso si sólo lo haces una vez - antes de escribir tu informe, escribe una lista de todas las cosas que necesitan ir.
Sigue los pasos especialmente si el olvido es un problema. Cualquier cosa que necesites hacer y que no estés haciendo ahora mismo debería ir ahí. Rastrea todo en un solo lugar y sigue volviendo a tu lista de cosas por hacer. No confíes en las notas post-it dobladas y guardadas en tu bolsillo trasero.
Automatizar siempre que sea posible. Si tienes una lista de cinco cosas para escribir, ¿puedes escribir un programa para hacer esas cinco cosas y luego sólo tienes una cosa para equivocarte? Si estás haciendo software, ¿puedes hacer pruebas automatizadas para recoger cuando introduzcas errores? ¿Apunta a una cobertura del 100%? ¿Haces pruebas con el objetivo de romper tu código? ¿Tienes una integración continua para que no tengas que preocuparte por olvidarte de hacer pruebas?
Pide una segunda opinión si estás haciendo algo arriesgado que no puedes verificar y del que no puedes recuperarte fácilmente. Es una práctica común para el software que el código siempre sea probado por alguien más antes de ser aceptado.
Aprende. Cada error que se comete es una oportunidad para revisar el proceso.
Cuídate. Encuentra tiempo durante el día para despejar tu mente y tener unos minutos de silencio o relajación. Antes del trabajo, después del trabajo, en las pausas para el almuerzo, etc. Duerma lo suficiente. Coma regularmente y de forma saludable.