Otras respuestas han hecho dos suposiciones.
- Que el gerente de línea está basado en la misma oficina o por lo menos que la relación compartida con el gerente es una en la que conversan de manera bastante regular y que la conversación se ha extendido ciertamente más allá del breve saludo.
- La relación entre el colega que dimite y su supervisor no es tensa o fue del tipo que desanimó una conversación innecesaria.
La situación que estamos experimentando es que el supervisor está en un continente diferente, 5 horas detrás de nosotros y, debido a la mala gestión por parte de la empresa, la han convertido en el supervisor al que nuestros colegas de investigación en Londres tienen que informar. No hace falta decir que ella se ha mantenido a distancia de todos, excepto de uno de ellos y su relación con los demás es tal que parece indiferente a ellos y a sus necesidades cotidianas. En este caso aconsejaría contactar con ella por correo electrónico (sobre todo debido a las diferencias de husos horarios y su ya maniático, si no errático, horario) y, aunque siempre mostrando cortesía profesional, mantener el mensaje corto y al grano.
Aviso de dimisión , como encabezamiento del asunto, permite que el correo electrónico se destaque entre cientos de otros mientras sigue siendo profesional y al grano. En el cuerpo del correo electrónico también aconsejaría agradecer a la empresa la oportunidad que se le ha dado de trabajar para ellos y/o agradecer cortésmente la experiencia adquirida. Recuerda, no importa cuánto hayas o no disfrutado trabajando para la empresa que dejas, tus palabras escritas permanecerán en el archivo mucho después de que su contexto haya sido olvidado. Así que siempre sea un buen deporte.