Algunas personas piensan que no tienen necesidad de responder a los mensajes de correo electrónico porque sólo quieren hacer las tareas que quieren hacer. Su tarea no es importante para ellos, así que la ignoran. Así que si tengo un colega que no me responde a tiempo, voy a hacerle las preguntas en persona (o por teléfono si son remotas). Sé educado pero firme. Si intentan evitar responder, explícales que necesitas la respuesta inmediatamente porque no puedes avanzar hasta que el asunto se resuelva y luego quédate ahí hasta que te ayuden. Puedes decirlo de manera casual (no de manera desagradable) o algo así como: “Oye, no me has contestado sobre el ABC, así que pensé en ver si puedes ayudarme o cuándo podrás conseguirme la información”. Pregunta si te mostrarán dónde puedes conseguir la información para que no tengas que seguir molestándoles. Ten en cuenta que no lo haces si no te responden al instante, sino si han pasado varias horas sin siquiera un acuse de recibo del mensaje.
Otro enfoque es programar una reunión con ellos. Luego discutir cómo preferirían ser contactados y cómo puedes resolver el tema de la comunicación para que ambos puedan hacer su trabajo. Puede que piensen que les estás molestando con cosas que deberías ser capaz de resolver por ti mismo.
Si todavía se niegan a darte lo que necesitas, puede que tengas que recurrir al jefe, pero esta es una acción de último recurso. No harás amigos de esta manera, pero a veces tienes que hacer lo que tienes que hacer para hacer el trabajo y si la gente sabe que no pueden pisotearte, es menos probable que lo intenten en el futuro.